27 nov 2007

(TEA) Trabajo para IPI

 

Nota principal:

(Volanta)

A cualquier parte del mundo con solo un clic

(Titulo)

Radios por Internet: la interferencia

y el alcance son un problema del pasado

(Bajada)

Una PC y un micrófono bastan para hacer un programa. Mientras que los podcast, archivos de audio descargables, permiten que la programación la arme el oyente, los diales virtuales transmiten, sin señal en el aire, como una radio.

(Nota)

Si alguien aún cree que la radio existe solo en la frecuencia del dial, está muy equivocado. El mundo de Internet dio la posibilidad de que quien quiera, desde cualquier punto del planeta, pueda oír un programa de radio con solo conectarse. De la misma manera, simplemente con una computadora y un micrófono, hoy es posible gracias a la web, hacer un programa propio que llegue a cualquier lugar.

La primera transmisión de radio a través de Internet en nuestro país data de marzo de 1997, solo dos años después de la primera transmisión mundial. Fue Cadena 3 de Córdoba quien rompió los esquemas y permitió escuchar su programación sin la necesidad estricta de una radio. En 1998, FM Hit, Continental y Rock & Pop decidieron incursionar en este mundo y comenzaron, como hoy hace la mayoría de las radios, a transmitir simultáneamente por sus sitios web.

Como describe Clarín en su suplemento Informática del día 19 de junio de 2002, hay dos clases de emisoras: las que ofrecen contenidos exclusivos para Internet y las típicas de aire, AM o FM, que también transmiten su grilla en directo por la web. Las radios virtuales funcionan igual que una emisora de aire, contienen toda una programación establecida y algunas transmiten las 24 horas.

Otra forma de tener un propio programa de radio es mediante podcast. Este mismo año, el suplemento Espectáculos de Clarín del 19 de noviembre, lo definió como “una tecnología que permite hacer un programa y subirlo a Internet, sin horarios ni frecuencia”. Son archivos de audio, mayormente en formato mp3, que también tienen la ventaja de permitir descargarlo a un reproductor portátil. Leandro Zanoni, autor del podcast de eBlog (www.eblog.com.ar), considera que “si bien con este medio es mucho más fácil hacer un programa, cuesta más reunir a una audiencia grande”. Los podcast, al igual que los blog, son parte de una nueva herramienta de la web llamada “Internet 2.0” (véase recuadro).

Federico Wiemeyer, periodista de TN especializado en la red, considera que la radio por Internet es un furor como en algún momento lo fue el nacimiento de la FM. Si bien es cierto que cualquiera, con solo una PC puede tener un programa de radio, también es cierto que esto lo hace menos competitivo. Será el tiempo, como lo hizo con las FM, quien decida si las radios por Internet son el futuro, o simplemente una forma fácil de llegar a los medios.

Recuadro

(Volanta)

Internet se hace entre todos

(Titulo)

En la web el furor es participar

(Bajada)

Quienes entran al sitio forman parte del mismo. Audio, historias y hasta fotos, todo se comparte en la red.

(Nota)

“Internet 2.0 hace que los que visitan un sitio, sean la parte fundamental del mismo”. Así definió Federico Wiemeyer, periodista de TN especializado en la red, esta nueva tendencia. Cualquiera sube, escribe y comparte lo que quiere en Internet a través de estos sitios de creación fácil y gratuita denominados Blogs.

Si bien La Nación, en su edición del 2 de enero de este año asegura que la Web 2.0 nació en el 2006, el 2007 fue el año en que creció a pasos agigantados. Actualmente hay más de 70 millones de blogs en todo el mundo. En ellos todo se comparte: escritores que adelantan sus libros esperando críticas de los visitantes, gente que los usa como un diario para contar su vida y programas de radio mediante podcast son algunos de los casos.

En Argentina por ejemplo, sitios como TN y la gente (www.tnylagente.com.ar) hacen que el visitante mismo, sin la necesidad de ser periodista, se encargue de informar los hechos por su propia cuenta. En eso se basa “Internet 2.0”, una nueva herramienta de la red, que además de acercar a la gente, permite ahora también unirla en un mismo lugar.

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